La lengua de signos reduce las faltas de ortografía en niños y niñas sordas

En Escuelas Excepcionales hemos visto que varias investigaciones demuestran que la lengua de signos contribuyen a un mejor desarrollo del lenguaje, en general, e incluso de potencian el desarrollo de la lengua oral. Unos/as investigadores de la Universidad de Stockholm y de la Universidad de Lund, ambas en Suecia, querían saber en qué medida la lengua de signos en niños/as sordos/as bilingües bimodales facilita el control de la ortografía durante la escritura, así como si el grado de pérdida auditiva guarda alguna relación con la mayor o menor cantidad de errores de ortografía.

Es la primera investigación de este tipo, realizada sobre la lengua de signos sueca, y los resultados fueron publicados en 2019 en una de las revistas de psicología más prestigiosas del mundo.

Niño escribiendo

¿Qué sabíamos?

Antes de esta investigación ya sabíamos que en niños/as oyentes la base de la lectura, la escritura y la ortografía es la conciencia fonológica (conciencia de que los sonidos del habla se clasifican en fonemas y, con ellos, se construyen las palabras). Sin embargo, las investigaciones ya indicaban que centrarse solamente en la conciencia fonológica conduce a una mayor cantidad de errores ortográficos y, para evitarlo, es necesario tener en cuenta otros factores como la morfología, que modifican las reglas ortográficas.

¿Qué ocurría en niños/as sordos/as? Las investigaciones previas indicaban que la conciencia fonológica no era un buen predictor de sus habilidades de lectura, sino que la capacidad lingüística en general era la mejor garantía de éxito. Además, la conciencia fonológica puede desarrollarse también a través de la lengua de signos, especialmente el alfabeto dactilológico que lo/as niños/as sordos/as pueden aprender a usar antes de que los/a oyentes aprendan a escribir.

¿Quiénes participaron?

En esta investigación participaron 33 niños/as con las siguientes características:
  • Edad entre 10 y 12 años aproximadamente.
  • 23 eran niñas, 10 niños.
  • 19 eran niños/as sordos/as bilingües bimodales que dominaban el sueco y la lengua de signos sueca. De estos, cinco eran niños/as sordos/as profundos/as, cuatro con discapacidad auditiva, cuatro con implante coclear y cuatro con familias sordas.
  • 14 eran niños/as oyentes que no conocían la lengua de signos sueca.

¿En qué consistió la investigación?

Proporcionaron a los/as niños/as dos páginas de cómic y se les pidió que escribieran en un ordenador libremente a partir del cómic. Un programa de ordenador registraba todas las pulsaciones en el teclado y movimientos de ratón para ser analizados posteriormente. Además se evaluó su nivel de lengua de signos sueca mediante un test en el que tenían que repetir varias oraciones, de cada vez mayor grado de dificultad.

Ejemplo del test SignRepL2 para evaluar la destreza en lengua de signos sueca. A la izquierda el vídeo presentado, a la derecha la repetición por un niño sordo (foto: Schönström and Holmström, 2017).

¿Cuáles fueron los resultados?

Los/as niños/as sordos/as con conocimiento de la lengua de signos sueca demostraron tener un número de errores ortográficos mucho menor y los/as investigadores/as destacan que la lengua de signos desarrolla estas habilidades ortográficas, ya que tener acceso a un repertorio bilingüe, con acceso a información auditiva y visual, les proporciona mayores estrategias.

Así, la investigación demostró que los niños sordos/as bilingües bimodales en lengua de signos sueca y sueco cometen menos errores de duplicación: sólo 0,4% errores de duplicación, mientras que con audífono o implante coclear tuvieron casi una media del 3,4% de errores, y los/as niños/as oyentes casi un 3% de errores (los errores de duplicación consisten en duplicar una consonante u omitir la segunda consonante, errores frecuente en sueco).

Cabe señalar que los/as niños/as sordos/as con implante coclear mostraron tener un mayor vocabulario, si bien hay que recordar que con el paso de los años la riqueza de vocabulario tiende a estancarse (puedes conocer las investigaciones al respecto en este artículo).

Además, la investigación confirmó que el tipo de errores ortográficos cometidos por niños/as sordos con implante coclear o audífono sin lengua de signos y con lengua de signos también son diferentes: los primeros, que se apoyan más en la audición y en la lectura labial, cometían más errores relacionados con los sonidos.




Fuentes:
  • Gärdenfors, M., Johansson, V., y Schönström, K. (2019). Spelling in deaf, hard of hearing and hearing children with sign language knowledge. Frontiers in Psychology, 10, 2463. En línea: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2019.02463/full
  • Schönström, K., & Holmström, I. (2017). Elicited imitation tasks (EITs) as a tool for measuring sign language proficiency in L1 and L2 signers. In ALTE 6th Conference, Learning and Assessment: Making the Connections, Bologna, Italy, May 3-5, 2017 (pp. 6-7).

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