El implante coclear no es suficiente para un buen desarrollo oral

Un metaanálisis es como un investigación de investigaciones. Recopila los resultados de las investigaciones previas sobre un aspecto de interés concreto, bajo unos criterios concretos, y los analiza utilizando herramientas estadísticas, de manera que se obtienen unas conclusiones que explican lo que se sabe hasta ese momento del tema estudiado. Un metaanálisis de 2015 revela que la edad a la que un/a niño/a sordo/a se le interviene con un implante coclear, el tiempo que ha tenido el implante y la edad no son indicadores de un mayor vocabulario en lengua oral.



El metaanálisis fue llevado a cabo por Emily Lund, profesora investigadora de la Universidad Cristiana de Texas (en Estados Unidos) y publicada en la revista científica Journal of Deaf Studies and Deaf Education.

Los/as niños/as sordos/as no escuchan ni reciben el sonido del lenguaje hablado hasta los doce meses y posteriormente tienen que aprender a escuchar, por lo que necesitan aprender el vocabulario a un ritmo más rápido que los/as niños/as oyentes. La cuestión es, ¿alcanzan los niveles normales de los/as niños/as oyentes?

El artículo parte de la observación de que los estudios presentan resultados contradictorios respecto al éxito del implante coclear en el desarrollo del vocabulario en niños/as sordos/as: algunos estudios indican que alcanzan el mismo nivel de conocimiento de vocabulario que los/as niños/as oyentes y otros estudios demuestran que no.
  • Los estudios que afirman alcanzar el mismo vocabulario, lo atribuyen a que los/as niños/as sordos/as recibieron el implante coclear a una temprana edad.
  • Los estudios que afirman que no alcanzan el mismo vocabulario, incluso algunos estudios recientes, señalan que el aprendizaje de vocabulario sucede incluso a un ritmo inferior que los/as niños/as oyentes.
Izquierda, campus de la Universidad Cristiana de Texas. Derecha: la autora de esta investigación, Emily Lund.

Método

La autora buscó artículos de investigaciones publicadas desde 1990. Inicialmente encontró 754 artículos y se redujo a 52 artículos tras cumplir algunos requisitos tales como ser un estudio que mide resultados de vocabulario, que utilice sistemas de medida validados, etc.

De éstos, seleccionó las investigaciones que comparaban sus resultados con los de niños/as de audición normal posteriores al año 2000 (momento en que comenzó a autorizarse en Estados Unidos el implante coclear a partir de un año de edad), quedándose finalmente en 11 artículos más otros 5 para determinar los factores que influían en el desarrollo del vocabulario.

Los/as niños/as sordos/as de las investigaciones analizadas tenían una media de entre 4 y 9 años de edad en el momento en que se hizo cada investigación.

Posteriormente, la autora aplicó los métodos estadísticos que corresponden al metaanálisis.


Resultados

El metaanálisis reveló que, en promedio, los/as niños/as sordos/as con implante coclear obtuvieron una menor puntuación en el vocabulario que los/as niños/as oyentes. Obviamente, la puntuación aún fue incluso menor en la recepción del vocabulario.

También reveló que esta diferencia de menor vocabulario no está relacionada con la edad a la que recibieron el implante, el tiempo en que lo mantuvieron o la edad. Es decir, que recibir el implante coclear en edades tempranas no garantiza en modo alguno que alcanzarán el mismo vocabulario que los/as niños/as oyentes.

Algunas de las explicaciones que da la autora son las últimas investigaciones que señalan que los/as niños/as sordos/as tienen una peor integración de la señal auditiva-visual, una habilidad que es crítica para aprender el vocabulario del entorno.

Finalmente, la autora proporciona algunas recomendaciones para las familias y profesionales de educación, entre las que se encuentra considerar la introducción de la lengua de signos en bebés antes del implante coclear, ya que las investigaciones hasta el momento demuestran que la exposición temprana al lenguaje, independientemente de la modalidad, mejora los resultados posteriores en el desarrollo del lenguaje (ver, por ejemplo, aquí y aquí).

La autora informa que hay que tener en cuenta que son pocas las investigaciones hasta el momento sobre el  desarrollo del vocabulario y que la información contenida en estas investigaciones es escasa.



Fuente:

0 Comentarios