La oralización no garantiza una mejor comprensión lectora

Aún es un misterio cómo muchas personas sordas llegan a tener altos niveles de competencia lectora en una lengua oral que no es su lengua natural. En Escuelas Excepcionales se divulgó recientemente una investigación en la que se revelaba que las personas sordas con buenos niveles lectores no necesitan oralizar lo que leen. Pero esto no significa que las personas sordas no puedan acceder a la ruta fonológica en la lectura: de hecho, otra reciente investigación publicada en la prestigiosa revista científica internacional Neuropsychologia señala que las personas sordas sí activan automáticamente la fonología durante el reconocimiento visual de las palabras como las personas oyentes, pero que posiblemente lo hagan de una forma diferente.


La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Valencia y la University College de Londres, con Eva Gutiérrez-Sigut a la cabeza, parte de investigaciones previas que asumen que a peor acceso a la fonología de las palabras, peores niveles de lectura. Esta investigación pretende demostrar que aunque las personas sordas activen los códigos fonológicos en la lectura de español, esto no implica necesariamente una mejor competencia lectora.

Participantes

Se formaron dos grupos de participantes:
  • Un grupo de 24 personas con sordera profunda de nacimiento (10 mujeres y 14 hombres) que usaban la lengua de signos con fluidez y era su lengua preferida de comunicación. Cuatro estuvieron expuestas a la lengua de signos española desde el nacimiento, ocho la aprendieron antes de los nueve años de edad y nueve la aprendieron más tarde. Es importante señalar que todas estas personas sordas fueron oralizadas durante su infancia.
  • Otro grupo de 24 personas oyentes (16 mujeres y 8 hombres) sin conocimiento de la lengua de signos.
Todas las personas de los dos grupos tenían características similares en cuanto a edad, inteligencia no verbal y niveles de lectura, para lo que pasaron por cuatro pruebas:
  1. El Test de Inteligencia no Verbal (Toni 2). En esta prueba todas las personas, sordas y oyentes, obtuvieron una puntuación de 98 o superior.
  2. "Escalas Magallanes de Lectura y Escritura (TALE-2000), para medir la comprensión lectora. Ambos grupos obtuvieron diferencias importantes en comprensión lectora, probablemente peores puntuaciones en general en las personas sordas, motivo por el que se suministró la siguiente prueba.
  3. “Test Colectivo de Eficacia Lectora” (TECLE), también orientado a medir la habilidad lectora pero con oraciones más cortas, con resultados similares en ambos grupos.
  4. Conteo de sílabas, prueba no estandarizada en la que ambos grupos obtuvieron resultados similares.

Método de investigación

En la investigación se midió la respuesta electrofisiológica del cerebro a un estímulo (lo que científicamente se denomina potencial relacionado con evento o ERP) utilizando el electroencéfalograma para registrar estas respuestas. Los estímulos consistían básicamente en la exposición en un ordenador de las personas participantes a pares de palabras durante periodos muy breves de tiempo y se les pedía a los participantes que contestaran lo más rápidamente posible si la palabra existía realmente en español o no utilizando una tecla para sí y otra para no. Cada sesión duró aproximadamente dos horas y media y los pares de palabras fueron los siguientes:
  • Grupos de palabras iguales.
  • Palabras pseudohomófonas: palabras inventadas que habladas tienen el mismo sonido, por ejemplo, burro es la palabra correcta y vurro la pseudohomófona, pero que suena igual
  • Palabras de control ortográfico.
Persona realizando una prueba ante ordenador y registrando su respuesta cerebral mediante electroencéfalograma (EEG)

Resultados

La investigación demuestra que las personas sordas adultas sí pueden usar la fonología automáticamente cuando leen pero, a diferencia de las personas oyentes, es probable que las personas sordas usen la información visual sobre la forma de las palabras de una manera diferente a las personas oyentes oyentes: la actividad eléctrica registrada en el cerebro muestra que las personas sordas usan la información visual más rápido que las personas oyentes.

Pero lo más interesante de esta investigación, que coincide con otros estudios, es que las personas sordas no mostraron una relación significativa entre ninguna de las variables relacionadas con la lectura y el uso de códigos fonológicos. En otras palabras: en las personas sordas, la ruta fonológica no guarda ninguna relación con una mayor habilidad lectora. Para las personas oyentes, la cantidad de procesamiento fonológico realizado al inicio del reconocimiento de las palabras puede ser uno de los principales factores que contribuyen a su habilidad lectora, pero esto no es así en las personas sordas.

Las investigadoras creen que podría deberse a que las personas sordas siguen una ruta diferente a las personas oyentes en el acceso al léxico. Teniendo en cuenta ésta y otras investigaciones recientes, sabemos que la oralización no es un factor clave para una buena competencia lectora, pero no sabemos cómo lo consiguen entonces. Se necesitarán más investigaciones para saber con seguridad cómo procesan las palabras y su relación con la habilidad lectora. Estas investigaciones son de extrema importancia para que la buena habilidad lectora en personas sordas deje de ser excepción y se convierta en algo generalizado desarrollando métodos de enseñanza exportables a toda la infancia sorda.



Fuentes:
  • Gutierrez-Sigut, E., Vergara-Martínez, M. y Perea, M. (2017). Early use of phonological codes in deaf readers: An ERP study. Neuropsychologia, 106, 261-279. En línea: https://www.uv.es/mperea/earlyphonologydeaf.pdf [último acceso: 04/01/2017]

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