¿Por qué el oralismo no escucha? (Parte 6 y conclusiones)

Esta es la sexta y última parte de una serie de seis artículos sobre los motivos por los que el oralismo rechaza irracionalmente los beneficios de la lengua de signos. A continuación veremos el efecto del rechazo excesivo como otra posible explicación psicológica a este comportamiento. Finalmente se cierra esta serie de artículos con algunas conclusiones.

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El efecto del rechazo excesivo

Puede ocurrir que no sirva de absolutamente nada que esta serie de artículos la lea una persona oralista. En 2002, un grupo de psicólogos/as demostraron el "efecto del rechazo excesivo": un sesgo cognitivo que hace que las personas rechacen argumentos que consideran demasiado complejos, a favor de argumentos que les resulten más fáciles de entender.

Cuando a una persona se le presenta un argumento que está predispuesta a rechazar, incluso cuando la información se basa en evidencias científicas, esa persona puede rechazar el argumento tan solo porque cognitivamente le resulta difícil de procesar. De manera que, muchas veces, es más convincente un argumento sencillo que una larga enumeración de pruebas científicas. Esto ocurre, por ejemplo, al intentar convencer a alguien con argumentos científicos de que la homeopatía es un fraude o de que las vacunas son seguras.

Efecto del rechazo excesivo: usar demasiados argumentos aumentan el rechazo. Usar unos pocos argumentos con fuerza pueden hacer ver la realidad.

Frente al oralismo puede estar ocurriendo lo mismo: a pesar de las numerosas evidencias científicas sobre los beneficios de la lengua de signos en el desarrollo integral de los/as niños/as sordos/as, incluso en el desarrollo de la lengua oral, para las familias, profesionales o personas sordas oralistas, tantas evidencias pueden resultar demasiado abrumadoras.

Un argumento más simple, utilizado a menudo por fanáticos del oralismo, como "si usa la lengua de signos no aprenderá a hablar" (aunque absolutamente falso) resulta más poderoso cuando se alinea con las convicciones previas de la familia.

Conclusiones

De esta serie de artículos podemos aprender varias cosas:

1. Que es necesario trabajar en el ámbito de la salud pública, ya que los prejuicios contra la lengua de signos comienzan desde el nacimiento del bebé sordo con la desinformación de los profesionales médicos (parte 1).

2. Que deberíamos hacernos más conscientes de la reproducción de micro-oralismos que llevan a contradicciones personales, especialmente en las propias personas sordas (parte 1).

3. Que conviene ser prudentes/as con las convicciones oralistas que se arraigan en lo más profundo de la identidad personal (parte 2).

4. Que los mayores esfuerzos por atender a las familias deberían hacerse en los primeros años, cuando aún no han alcanzado la sensación del punto de no retorno (parte 3).

5. Que para superar la presión social, hay que seguir sensibilizando a la sociedad de que la lengua de signos es algo natural en el ser humano, que existe en todas los lugares del mundo y que es algo normal (parte 4).

6. Que tenemos que intentar captar la atención hacia las evidencias de los beneficios de las lenguas de signos en los/as niños/as sordos/as más allá del necesario desarrollo del lenguaje oral (parte 5).

7. Y que estas evidencias debemos presentarlas a las familias y a las personas sordas oralistas de forma sencilla y comprensible (parte 6).


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